Aleación 20 – Tornillos de aleación de níquel

La aleación 20 es una aleación a base de hierro con un alto contenido de níquel (30-38%), cromo (19-21%) y molibdeno (2-3%), diseñada para resistir la corrosión en entornos químicamente agresivos, especialmente en presencia de ácidos. A continuación encontrarás algunas consideraciones detalladas sobre por qué puedes elegir utilizar tornillos de aleación 20 en lugar de otras aleaciones de níquel específicas, junto con una comparación con INCONEL® 625, HASTELLOY® C276 e MONEL® 400.

Características de los tornillos y pernos de aleación 20

Resistencia a la corrosión en presencia de ácido sulfúrico y otros ácidos fuertes

  • La aleación 20 está específicamente diseñada para resistir la corrosión en ácido sulfúrico, uno de los ácidos más corrosivos utilizados en la industria.
  • La combinación de níquel, molibdeno y cromo proporciona resistencia a la corrosión por picaduras y grietas, fenómenos frecuentes en ambientes ácidos.

Tolerancia a la corrosión por cloruros

  • Gracias al níquel y al molibdeno, los tornillos de aleación 20 ofrecen resistencia a la corrosión bajo tensión por cloruros, por lo que son adecuados para procesos químicos y entornos marinos.

Resistencia mecánica a temperaturas moderadas

  • Los tornillos de aleación 20 son adecuados para aplicaciones de hasta unos 315 °C, pero para temperaturas más elevadas deben considerarse tornillos de otras aleaciones de níquel.

Costes competitivos

  • En comparación con los tornillos fabricados con aleaciones de alto contenido en níquel, como INCONEL® 625 y HASTELLOY® C276los tornillos de aleación 20 son más económicos y mantienen una excelente resistencia química.

Comparación con otras aleaciones de níquel

1. tornillos y pernos de INCONEL® 625

Ventajas sobre la aleación 20:

  • Resistencia superior a las altas temperaturas (hasta 980 °C).
  • Excelente resistencia a la oxidación y la corrosión en entornos de alta temperatura.

Desventajas frente a los tornillos de aleación 20:

  • Costes mucho más elevados.
  • Menos optimización para la resistencia en ácidos específicos, como el ácido sulfúrico.
  • Más difícil de procesar y producir.

2. tornillos y pernos de HASTELLOY® C276

Ventajas sobre los tornillos de aleación 20

  • Resistencia química superior en entornos más exigentes, como los ácidos mixtos.
  • Mayor resistencia a la corrosión por picaduras y grietas en entornos ácidos extremadamente agresivos.

Desventajas frente a los tornillos de aleación 20:

  • Costes significativamente más elevados que la aleación 20.
  • Mayor dificultad de mecanizado, lo que aumenta los costes de producción de tornillos o componentes complejos.

3. MONEL® 400

Ventajas sobre los tornillos de aleación 20

  • Excelente resistencia a la corrosión en ambientes marinos y salinos.
  • Resistencia superior a los álcalis y al ácido fluorhídrico.

Desventajas frente a los tornillos de aleación 20:

  • Menor resistencia química en ácidos oxidantes como el ácido sulfúrico.
  • No está optimizado para entornos con alto contenido en cloruros y ácidos específicos.

Resumen de resultados

Tornillos y pernos de aleación 20: Excelente resistencia al ácido sulfúrico, buena trabajabilidad y coste medio.

Tornillos de INCONEL® 625: Excelente resistencia a las altas temperaturas, pero costes más elevados.

Tornillos de HASTELLOY® C276: Excelente resistencia química, pero coste elevado y difícil trabajabilidad.

Tornillos MONEL® 400: Muy buena resistencia en ambientes marinos, pero menos eficaz en ácidos oxidantes.

Conclusiones

Los tornillos de aleación 20 son una elección excelente para aplicaciones en entornos ácidos, especialmente con ácido sulfúrico, debido a su resistencia a la corrosión, coste competitivo y buena trabajabilidad.

Sin embargo, para temperaturas más altas o entornos extremos (por ejemplo, ácidos oxidantes mixtos), aleaciones como INCONEL® 625 o HASTELLOY® C276 son más apropiadas, aunque más caras. Para aplicaciones en entornos menos agresivos, como ambientes marinos o alcalinos, MONEL® 400 puede ser una opción viable.

La elección debe tener en cuenta el contexto operativo, las necesidades de resistencia y el presupuesto disponible.

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