Sistemas de fijación, resistencia a la temperatura, a la corrosión y características mecánicas – segunda parte

Para asegurar el correcto funcionamiento del sistema de fijación, el conocimiento de la fuerza de apriete y, por lo tanto, del par de apriete del tornillo, perno o tuerca, es el primer dato importante que permite seleccionar el dimensionamiento, diámetro y paso de la rosca que mejor satisfaga, en términos de espacio, la conexión roscada a los componentes.

Normalmente, la mayoría de los sistemas de fijación considerados se refieren a las clases de resistencia 8.8, 10.9 o 12.9, que son sin duda las más utilizadas en los sistemas de fijación. Sin embargo, estas clases de resistencia se refieren a componentes fabricados en aceros al carbono que posteriormente se tratan térmicamente para alcanzar las características de resistencia deseadas, lo cual no se recomienda para entornos altamente corrosivos, incluso con recubrimientos galvánicos, recubrimientos de teflón, recubrimientos de zinc-aluminio o galvanización en caliente.

Los aceros inoxidables generalmente tienen clases de resistencia inferiores debido a sus características físicas intrínsecas, y suelen estar disponibles en las clases de resistencia 50, 70, 80 y 100. No todos los materiales anticorrosivos, sin embargo, pueden alcanzar estos valores de resistencia mecánica; algunos sí, otros no. Algunos pueden alcanzarlos mediante tratamiento térmico, mientras que otros no, y algunos pierden su resistencia mecánica dependiendo de la agresión química o de la presencia de altas temperaturas en el entorno.

Para preguntas o información, escriban a: alberto.lupi@mfinox.com

 

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